viernes, 4 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana I - Día 4º


I Semana. Jueves 3 de Abril.

Adicción:
Siguiendo con el libro de referencia de ayer, encontramos el siguiente texto:
“Un joven buscador e inquieto, cansado de no encontrar respuesta a sus preguntas, decidió un buen día acercarse al sabio del lugar:
-Dime, tú que vives retirado del mundo y que pasas el día rezando, ¿crees que es posible ver a Dios?
Después de un intenso silencio el anciano contestó:
-¿Crees que es posible amarle?
El silencio volvió a adueñarse de la situación y, al cabo de unos minutos, el hombre de oración continuó:
-La vida está llena de encuentros y despedidas. Tú has venido a mí en busca de una respuesta pero pronto te marcharás. Sin embargo, siempre podrás recordar este encuentro que ya forma parte de tu vida. Lo mismo me ocurrirá a mí. Ya nunca podré olviar tu rostro ni tu deseo de encontrar a Dios y, aunque te marches, siempre rezaré por ti. Al amor le basta con amar porque se nutre de las presencias con las que ha llenado su corazón.
El joven, lleno de alegría, se marchó”.

Luego puedes comenzar recordando esas presencias de Dios. Todos las hemos tenido alguna vez. Y no me digas que no, que no me lo creo. Voy a ver si te ayudo: en la primera comunión, en una oración del campamento o de los juniors, en una vigilia, o puede ser fuera del templo. Aquella vez que paseando descubriste un bello paisaje. O quien sabe si fue un día hablando con tu abuelo o abuela y escuchando como te hablaban de Dios, de una forma llena de entusiasmo. Puede ser también un monitor o una monitora, o el sacerdote predicando. Haz el esfuerza y llévalo a la memoria. Pues las personas nos nutrimos de esas experiencias que son básicas para creer en Dios en los momentos de silencio y oscuridad por parte de Él.


Oración preparatoria:
Durante un momento pídele a Dios que te ayude. Los sacerdotes, religiosos y laicos (vosotros) excepto en la primera de las oraciones, al comenzar a rezar la Liturgia de las Horas, es decir, los Laudes, Hora Intermedia, Vísperas, Oficio de Lecturas y Completas, momentos en los que dejamos el trabajo para rezar unos salmos y lecturas, casi todas bíblicas, comenzamos, mientras nos signamos, “Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme”. Es un modo de decirle a Dios que no sabemos rezar y que sin su ayuda es imposible hacer oración. Puedes repetir esta exclamación.


El texto, Su Palabra:
Salmo 23.
Yahvé es mi pastor, nada me falta.
En verdes pastos me hace repostar.

Me conduce a fuentes tranquilas,
allí reparo mis fuerzas.
Me guía por cañadas seguras
haciendo honor a su nombre.

Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas ante mí una mesa,
a la vista de mis enemigos;
perfumas mi cabeza,
mi copa rebosa.

Bondad y amor me acompañarán
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa de Yahvé
un sinfín de días.

Composición de lugar:
Este salmo es muy personal, fruto de una sociedad agraria y nómada. Sitúate en el texto, mira cada palabra, analiza su significado. Reúnelas por grupos: cualidades de la persona, lugares, acciones,... Y sobre todo siente que tú eres la oveja que va con Dios. En tu vida, ¿cuáles han sido los verdes prados, es decir, los buenos momentos que has vivido?, ¿quiénes han sido las fuentes tranquilas que han reparado tus fuerzas, las personas que te han ofrecido su amistad, su palabra, su ternura en los momentos de dificultad y cansancio? Piensa en tus miedos, las cañadas oscuras, ¿has sentido la presencia de Dios en ellos? ¿A qué temes ahora, qué te asusta y aterroriza? Pues coloca allí a Dios y piensa que pase lo que pase Él estará contigo y su vara y callado te darán paz.
Recuerda, la composición de lugar, consiste en situarte dentro de la escena. Tú eres el salmista que reza.


Coloquio:
Reza esta oración en primera persona, cambiando la palabra Yahvé por Jesús. Por ejemplo: Jesús, tú eres mi pastor, nada me falta.
Cambia las palabras por situaciones concretas tuyas, hablándole desde el corazón.

Ejercicio de esta semana:
Recuerda de dedicar un rato de silencio durante este día.

Examen de la oración:
Ya sabes, revisa durante un momento como te ha ido la oración.