martes, 15 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana III. Día 2º


III Semana. Martes 15 de Abril.

Adicción:
¿Quieres encontrar a Dios? Ya lo has buscado en la naturaleza, en los demás y en el pasado. Ahora vamos a dar un paso, pero este será hacia tu interior. Dios está en tu corazón, susurrando dentro de ti tus mejores deseos. Así que el primer ejercicio está clarísimo. Entra en tu corazón, escucha tu corazón y sentirás la presencia de Dios.

Oración preparatoria:

Comienza la oración, siguiendo el tema de esta semana, alabando a Dios, dándole gracias por tener corazón, sentimientos, valores, sueños,... y pidiéndole que te ayude a rezar. A escuchar a quien desde tu corazón y la Biblia te habla.

Su palabra:
Llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas lo llamó mar; y vio Dios que era bueno. La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla según sus especies y árboles que dan fruto con la semilla según sus especies; y vio Dios que era bueno. Hizo Dios dos luceros mayores; el lucero grande para regir la tierra y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas; y los puso en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, para regir el día y la noche y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que era bueno. Creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente que repta y que hacen bullir las aguas según sus especies; y vio Dios que era bueno.
Gn 1,10.12-17-18.21

Composición de lugar:
Puedes leer todo el primer capítulo y el segundo del Génesis e imaginar a Dios creando. Lo importante de este texto no es como lo crea sino la consideración que le da la Biblia. “Era bueno” y el sexto día, cuando crea al hombre y la mujer, “era muy bueno”. Todo lo que Dios ha creado es bueno y por tanto podemos darle gracias, alabarle por ello.
Imagina a Dios creando lo que el texto te indica y también cuanto te rodea.

Coloquio:
Realiza el mismo ejercicio que ayer. Dale gracias por todo lo que te rodea. Porque Dios lo ha creado para ti y es bueno. Y dale gracias por las personas que están cerca, por ti mismo, porque Dios lo ha creado para ti y es muy bueno.

Ejercicio de esta semana:
Ante la voluntad de Dios por crearme, aparece nuestra pregunta más radical: ¿para qué estoy aquí?, ¿qué ha pretendido Dios al crearme?, ¿tiene algún sentido mi vida?... Esta semana iremos respondiendo desde las preguntas de al composición de lugar.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
¿Considero al comienzo de la oración en presencia de quien estoy?
Al rezar el espacio donde me encuentro cambia, pasa a ser sagrado. Esta palabra significa separado, lo sagrado es lo separado, lo que se encuentra en otra dimensión, frente a lo profano que es nuestro mundo. La Iglesia es un espacio sagrado, es decir, pertenece al mundo de Dios. Cuando yo rezo Dios está en ese lugar de una manera especial. Por eso caigo en la cuenta de que Dios está conmigo, cerca de mí, dentro de mí... miro que voy a estar con él, y hablar con él.