miércoles, 9 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana II. Día 3º


II Semana. Miércoles 9 de Abril

Adicción:
Comenzamos la oración haciendo presencia de Dios. “Uno de los síntomas que confirman que uno se ha enamorado es que rápidamente aparece la sensación de que la otra persona, objeto de sus desvelos, le ha robado el corazón. Eso significa que se esté donde se esté, el corazón está lleno de la presencia del otro: se piensa en el otro, se sueña con él o ella, cualquier excusa es buena para tenerlo en la memoria”. Así nos lo cuenta la autora del libro que seguimos. Y así ocurre con Dios. Pero no, no es que el hombre y la mujer se hayan primero enamorado de Dios. El flechazo ha ocurrido al revés. El ser humano le ha robado el corazón al mismísimo Creador. Tú, con tus nombres y apellidos, le “chiflas” a Dios, está loquito por ti, lleva tu nombre grabado en sus manos, en su corazón y en su mente. Y a partir de ahí. Pues como en toda relación de amor. Tú tienes la palabra. Puedes decirle sí o no. Ese es el drama y a la vez grandeza de la fe, de Dios. A diferencia de una ley científica no se impone, se acerca, se ofrece, te muestra razones, pero la última palabra siempre la tendrás tú. Podrás decirle sí y cogerle la mano o podrás decirle no creo que existas ni que me ames y darte media vuelta.
Si has optado por la primera, pues... siente que él te está mirando con amor, un amor grande y apasionado.

Oración preparatoria:
Dile que le amas, pero que te gustaría sentir más cerca su presencia. O dile lo que tu corazón te inspira.

El texto, Su Palabra:
Por eso voy a seducirla:
voy a llevarla al desierto
y le hablaré al corazón.
Allí le daré sus viñas,
convertiré el valle de Acor
en puerta de esperanza;
y ella me responderá allí
como en los días de su juventud,
como cuando subió del país de Egipto.
Aquel día – oráculo de Yahvé –
ella me llamará: “Marido mío”
Retiraré de su boca
los hombres de los Baales,
que nunca más volverá a invocar.
Aquel día
sellaré un pacto en su favor
con las bestias del campo,
las aves del cielo y los reptiles del suelo;
quebraré y alejaré de esta tierra
el arco, la espada y la guerra,
y los haré reposar en seguro.
Te haré mi esposa para siempre,
te desposaré en justicia y en derecho,
en amor y en compasión;
te desposaré en fidelidad,
y tú conocerás a Yahvé.
Os 2, 16-22

Composición de lugar:
Nos encontramos ante un profeta, mensajero de Dios, que se sirve del amor humano para expresar la relación entre Dios y su pueblo Israel. Ésta se resumen así: Dios se enamoró de Israel, a la que encontró esclava de Egipto, la liberó, durante cuarenta años mantuvieron una relación de amor, si bien, hubo también tozudez por parte de Israel, Dios sólo recuerda lo bueno del noviazgo, como buen amante. El amor por la novia fue tan grande que le dió la tierra prometida, pero al llegar allí comenzó a adorar a otros dioses, los dioses cananeos y claro, esto le sentó muy mal a Dios, castigando a Israel y haciendo que después del reinado de David y Salomón, cada vez Israel fuese perdiendo poder e independencia hasta desaparecer con la destrucción de Babilonia el s.VI a.C. Pero a pesar de ello, Dios sueña con que Israel volverá a él. Esto tuvo lugar con Jesús y los cristianos, por eso, como todas las profecías, se cumplen en la venida de Jesús.
Leyendo el texto te darás cuenta que los problemas de hoy no son tan novedosos. Que la gente pase de Dios y prefiera otros dioses, eso ya ocurrió en tiempos de Israel (s. IX a.C.). A pesar del amor que Dios tiene por el ser humano, éste siempre ha sido práctico y ha preferido otros dioses como el poder, el prestigio, el dinero, el placer,... ¿Y tú? ¿cuáles son tus dioses?
Después de esta introducción imagina a Dios acercándote a ti, llevándote al desierto, éste no es un lugar inhóspito, el significado desde el lenguaje íntimo sería, “te llevaré a ese rincón solitario y apartado” y ahí quiere hablarte, quiere susurrarte al oído y decirte que te ama. Y tú, que eres práctico o práctica, que prefieres otros amores que aparentemente dan más, piensa en ellos, le dirás que le amas, le dirás Dios mío. Y eso no significa que vayas a ser sacerdote o religioso/a. No, quien ha escrito este texto nos ha dicho en el capítulo anterior que por mandato divino se había casado con una prostituta y había tenido hijos con ella, símbolo de lo que se había convertido Israel. Eres junior y ahí es donde amas a Dios. Y él en el junior también busca ese desierto: la vigilia de la Inmaculada, la Hora Santa, las oraciones de las convivencias, todo el campamento,...
Pero deja que sea Él quien hable, escucha sus palabras, repítelas varias veces, deja que provoquen en ti sentimientos, pasa tu vida por esas palabras, ¿cuáles han sido tus baales? ¿cuándo sentiste que Dios realmente existía y te amaba?, ¿dónde le sentiste más cerca?


Coloquio:
Y ahora respóndele, si lo que te sale del corazón son esos ídolos, díselo. Dile que no, que no crees, que prefieres esos ídolos y al final pídele ayuda, que su amor te haga apartarte de ellos.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...