jueves, 17 de abril de 2008

Escuela de oración. Semana III. Día 4º


III Semana. Jueves 17 de Abril.

Adicción:
“Comienza pensando en estas palabras: “la oración no es el espacio exclusivo en el que Dios habita. Toda la realidad está llena de su presencia. Decir que el Señor está más pendiente del hombre cuando reza es ignorar que su permanente compañía es uno de sus grandes regalos. En la oración no se trata tanto de que Dios se haga presente al hombre, porque siempre está junto a él, sino de que el hombre se haga presente a Dios dedicándole un tiempo y un espacio donde Él sea el único y el primero”.
Mª Dolores López Guzmán. Cuando vayas a orar...
Piénsalo, Dios siempre te lleva dentro, en la oración tú tomas conciencia de esta realidad.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te ayude a ser consciente de que Él ahora está cerca de ti, junto a ti, dentro de ti.


El texto, Su Palabra:
Me dirigió Yahvé las palabras en estos términos:
Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía;
antes que nacieses, te había consagrado yo profeta;
te tenía destinado a las naciones.
Yo respondí:
-¡Ah, Señor Yahvé! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.
Pero Yahvé me dijo:
No digas que eres un muchacho,
pues irás donde yo te envíe
y dirás todo lo que te mande.
No les tengas miedo,
que contigo estoy para salvarte
-oráculo de Yahvé-
Jeremías 1, 4-8

Composición de lugar:
El libro de este controvertido profeta, llamado a denunciar, a arrasar y construir, arrancar y plantar, comienza con esta llamada por parte de Yahvé. Por eso al comenzar este punto, sitúate. Imagina a Jeremías. Es un hombre frágil, que no quiere meterse en líos ni tener problemas. Él vive bien y sin embargo Dios se cruza en su camino para complicarle la vida. Él se resiste pero Dios insiste. La única razón para escuchar la llamada de Dios es que él está con el profeta para salvarle. Siente que tú eres Jeremías, con el miedo, los temores e incluso las pocas ganas por escucharle.
Y ahora aplícalo a tu vida. Eres monitor o monitora. Lee el texto cambiando las palabras: antes de nacer Dios ya te escogió como monitor junior, llamado a anunciar el Evangelio, a denunciar todo lo que atenta contra Dios y el ser humano, a dar testimonio de Jesús en medio de los niños y los jóvenes. Lo que digas, en la medida sea fruto de la lectura de la Palabra de Dios, la formación y la oración, será de Dios. Tú tienes autoridad por el hecho de ser monitor, pues no estás en un grupo de amigos ni en una ong. Lo eres porque hay un consiliario, un sacerdote nombrado por el Obispo, que te ha destinado a ser monitor o monitora. Detrás de ti, como educador en la fe que eres, al igual que las catequistas y los catequistas, está la Iglesia, a través del párroco, obispo, Papa y Jesús.
Y tú dices que eres un muchacho, que eso no va contigo, que no tienes capacidades o prefieres vivir tranquilamente, yendo de fiesta y sin preocuparte de cambiar el mundo y hacerlo mejor, que pasas de eso. Y Dios te responde: ¿qué es lo que Él te dice?
Coloquio:
Dile que eres un muchacho o una muchacha, que no tienes cualidades. Y escucha.


Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...