jueves, 10 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana II - Día 4º



II Semana. Jueves 10 de Abril.

Adicción:
Comenzamos de nuevo la oración, sintiendo la cercanía de Dios. en la Creación. Así orar muchas veces es acercarse al Creador desde la admiración y la gratitud, contemplando la belleza y grandeza de la naturaleza. Detente y piensa. Dios creó el lugar donde vives, todo el planeta tierra, pensando en ti y para ti. Míralo y como el que al contemplar un bello cuadro imagina al pintor, imagina a Dios pintando nuestro mundo, utilizando todos los colores, los fríos y cálidos, los oscuros y los luminosos. Trata de mirar alrededor, fija tu mirada en todo lo que te rodea y piensa-siente que todo esto Dios te lo ha ofrecido a ti, detrás del ordenador está la sabiduría humana y detrás de la sabiduría humana la sabiduría divina. La belleza de la creación es un destello de la belleza de Dios. Piénsalo por unos momentos.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te abra los ojos para descubrirle en todo cuanto contemplas y vives y de manera especial en este rato de oración.

El texto, Su Palabra:
Entró en Jericó e iba cruzando la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publícanos y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero como era bajo de estatura, no podía, pues la gente se lo impedía. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para ver, pues iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzó la vista y le dijo:
-Zaqueo, baja pronto; conviene que hoy me quede yo en tu casa.
Se apresuró a bajar y lo recibió con alegría. Alverlo todos murmuraban:
-Ha ido a hospedarse a casa de un pecador.
Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:
-Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.
Jesús le dijo:
-Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
Lc 19, 1-10

Composición de lugar:
La escena es fácil de imaginar: un hombre pequeño, Jericó (una ciudad situada en un oásis, toda ella rebosante de palmeras, rodeada por el desierto), un sicómoro, una casa, gente murmurando.
Después de situarte en ella, sentirte que eres Zaqueo buscando a Jesús y realizando las mismas acciones y también sentirte que eres la gente murmurando, vamos a reflexionar un momento.
Zaqueo era bajo de estatura: ¿cuáles son mis limitaciones (defectos, fallos, lo que me gustaría hacer y por pereza, cansancio,... no hago, pecados,...)? Tal como estamos descubriendo esta semana es importante tener una visión real de nosotros mismos. Se trata de mirarnos al espejo, no para amargarnos sino para conocernos realmente.
Se subió a un sicómoro para verle: a veces no es fácil ver a Jesús, incluso los que le rodeamos podemos ser obstáculo, como ocurre con la gente, que lo es a nivel físico y espiritual, pues le impide ver a Jesús y sus prejuicios impiden que él se acerque. Ante los obstáculos en nuestro camino Dios también planta árboles. Estos son los sacramentos, especialmente la misa y comunión, la Biblia, los juniors, los sacerdotes, los monitores, la formación cristiana, los padres. Pensar en ellos, ¿de qué me sirvo para ver a Jesús?, ¿qué es lo que más me ayuda?
Conviene que me quede yo en tu casa: Jesús a través de la oración y los sacramentos quiere quedarse en nuestra casa. No le importa nuestra estatura. Después de descubrir nuestros pecados, nuestras limitaciones, él que tiene una visión, la más real de todas, de nuestra persona, que nos conoce más incluso que nosotros mismos, quiere estar dentro de nosotros, vivir con nosotros.
Lo recibió con alegría: ¿siento la alegría de Zaqueo cuando oro, ahora, o cuando voy a misa y comulgo, recibiéndolo en mi interior?
Todos murmuraban: la lengua, que mala que ha sido, es y será. También yo a veces murmuro. ¿Cuántas veces he despreciado a un monitor porque considero que no merece serlo, pues va cuando quiere a los juniors, apenas va a misa, no tiene las ideas claras,...? ¿soy persona que acoge o persona que desprecia? ¿en el fondo cómo quiero los juniors, abierto o de pocos pero buenos?
Señor, voy a dar la mitad a los pobres: la meta del discipulado es el compartir, el darse a los demás. Esto en Zaqueo no nace de un razonamiento moral sino de una experiencia de amor. Se siente amado por Cristo, ha descubierto en él la auténtica riqueza y esto le lleva a compartir.
Ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido: siente que eso te lo dice a ti, que muchas veces, andas perdido o perdida, sin saber que hacer.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...