lunes, 28 de abril de 2008

Escuela de Oración.

Nos trasladamos a:
http://destellosdelmontcabrer.blogspot.com

viernes, 25 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana IV. Día 5º


IV Semana. Viernes 25 de Abril.

En presencia de...
Seguimos situándonos desde el silencio. Como afirma la autora del libro el primer paso para dejarse seducir por el silencio es reconocer que no nos conocemos (es imposible conocerse del todo porque estamos en continuo cambio) y que es importante hacerlo si queremos entrar en contacto con Dios. Así reservar tiempos de silencio en la vida de cada día nos permite escuchar a nuestros sentimientos y ser más trasparentes de cara a nosotros mismos, vernos tal cual somos.
Por eso comienza en silencio, escuchándote a ti mismo, sintiendo tu presencia y ofreciendo a Dios tu persona, viendo como te ve Dios, en silencio.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te haga verte como él te ve, tal como eres y con un gran amor.


El texto, Su Palabra:
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en todo su esplendor, se vistió como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer? ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?, pues por todas esas cosas se afanan los paganos. Vuestro Padre celestial ya sabe que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Mt 6, 26-33
Composición de lugar:
De nuevo nos encontramos en el Sermón de la Montaña. Teniendo presente el tema que nos va guiando durante esta semana, Jesús nos invita a relativizarlo todo y a colocar a Dios en el centro de nuestra vida. El texto nos puede parecer muy fuerte, pero hemos de entenderlo sobre todo como una confianza en el Padre. Él cuida de mí y de ti y eso Jesús lo entendió muy bien, pues abandonó la seguridad del hogar y el negocio familiar para marchar por Palestina predicando el Reino y viviendo sin casa ni un lugar donde reclinar la cabeza, confiando totalmente en la providencia.
También a nosotros Jesús nos invita a confiar en ella. Como juniors contemplamos muchas veces la naturaleza y descubrimos la belleza de los pájaros y los campos. De ellos cuida el buen Dios. De igual modo de nosotros cuida quien es nuestro Padre.
Comienza la oración leyendo el texto y dejando que la Palabra vaya entrando en tu corazón. ¿En quién confías más? Es la pregunta.

Coloquio:
Y ahora viene lo más fácil y difícil, hablarle a Jesús.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

miércoles, 23 de abril de 2008

Dia del libro


En este día que mejor libro que la Biblia, la Palabra de Dios.

Escuela de Oración. Semana IV. Día 3º


IV Semana. Miércoles 23 de Abril

Adicción:
Celebramos hoy el Día del Libro y es indudable que para los millones de cristianos el Libro es la Biblia, ese libro donde Dios nos habla y al que tomamos como base de nuestra oración, pues la Biblia se hace vida gracias al Espíritu Santo que ilumina a quien ora con ella.
Pero siguiendo el libro guía, cuenta la autora lo siguiente, tomado de las Sentencias de los Padres del Desierto, esos hombres que en los primeros siglos del cristianismo dejando sus familias marchaban al desierto a vivir en soledad, penitencia y oración:
El abad Pastor, amante de la soledad y el silencio, solía decir:
-Es hombre aquel que se conoce a sí mismo.
Y añadía:
-Hay personas que parecen guardar silencio, pero su corazón condena a las demás. En realidad están hablando sin cesar. Otros hablan desde la mañana a la noche y, sin embargo, guardan silencio.
Esto decía porque él nunca hablaba más que para el provecho de los que le oían.
Por eso vamos a comenzar pensando en este texto y la importancia del silencio interior. Lo sabes muy bien, sólo cuando realmente vives en silencio interior eres capaz de hablar con sensatez. Y ese silencio se cuida en la oración, que es la que como el fuego va acrisolando, quitando de tu vida todas las impurezas para que reluzca tu alma, lo bueno que hay en ti.

Oración preparatoria:
Pídele a Jesús que construya en ti el espacio de silencio necesario para orar y escucharle.

El texto, Su Palabra:
Entonces Yahvé me dijo:
Si vuelves porque yo te hago volver,
estarás en mi presencia;
y si sacas lo precioso de lo vil,
serás como mi boca.
Que ellos vuelvan a ti,
pero no tú a ellos.

Yo te haré para este pueblo,
muralla de bronce inexpugnable.
Y pelearán contigo,
pero no te podrán,
pues contigo estoy yo
para librarte y salvarte
-oráculo de Yahvé – .
Te salvaré de mano de los malvados
te libraré del puño de esos violentos.
Jeremías 15,19-21
Composición de lugar:
Ser junior no es fácil si cambiamos el “chip” y los medios dejan de ser fines, teniendo bien claro el fin del junior. Es decir, muchas veces para nosotros el fin es lo que debe ser el medio. Somos juniors para estar con los niños y pasárnoslo bien con ellos (fin). Y no, somos juniors para anunciar a Jesús y para eso estamos con los niños y tratamos que ellos, no nosotros, se lo pasen bien con nosotros (medio). Nuestro fin, al igual que el fin de los profetas, es anunciar la Palabra de Dios, ser profetas, voceros de lo que Dios quiere decir a los niños. Y para eso, para no defraudar a Dios que a través del consiliario nos ha llamado a ser educadores y monitores, debemos ser fieles a su Palabra y para eso tenemos que leer-meditar-rezar la Palabra de Dios, la Biblia.
Esto os puede parecer muy difícil, lo es para vosotros y para los sacerdotes, quienes tenemos la difícil tarea de no predicarnos a nosotros mismos sino predicar a Dios, ni más ni menos. Y no creáis que es fácil, por eso uno se va dando cuenta de la importancia de la oración, de la lectura de la Palabra de Dios y como no, de la formación, guiado por las enseñanzas del Magisterio (Papa y obispos) y la profundización de los teólogos. En esto último recuerdo muy bien lo que me pidió el obispo en la visita pastoral de 2005: leyese teología.
También tenemos el deber de formarnos y profundizar en la fe, todos, si queremos que el junior sea lo que ha de ser: “que los niños, adolescentes y jóvenes que comparten y celebran la fe en sus parroquias empiecen ya a manifestarla en la calle, en su familia, en el colegio, con sus amigos” (Juniors m.d., rasgos de identidad, pg. 19).
Por eso al escuchar esta palabra hemos de tener presente que Dios la dirige a un profeta que momentos antes le ha dicho: “¡Ay de mí, madre mía, pues me engendraste hombre de pleitos y controversias con todo el mundo! No he prestado, ni he pedido préstamos y sin embargo todos me maldicen!” (Jeremías 15, 10).
Así pues ponte de cara a Dios, dile lo mismo, que no quieres ser junior, que estás cansado o cansada de pelear con los niños, de ser quien lleva el peso del Centro mientras otros apenas se implican. Y escucha, esta palabra no es ayer. Cuando se lee desde la Iglesia y con el Espíritu Santo es hoy que ilumina el mañana. Recuerda que en las dificultades el profeta, abandonado y sólo, tiene Alguien que no le falla y está ahí: Dios.
También a ti en las dificultades Dios está contigo. Él te ha escogido para que crees conflicto, para que seas testigo de Él. Uf, que difícil, podrás pensar. Lo es, pero esto no es una elección tuya. Ha sido Dios quien te ha llamado y está detrás de ello. No olvides que hoy y siempre el cristiano que se toma en serio el Evangelio nada contracorriente, es signo de contradicción, que habla de un mensaje apasionante al que pocos quieren realmente escuchar. Ser junior es eso. Te puede ser muy duro, pero ¿no es duro creer en una religión en la que su fundador, Jesús, no acaba triunfando en esta vida sino crucificado, totalmente marginado y sólo? Pero también es que este Jesús confió totalmente en el Padre y el Padre lo resucitó y es un hecho evidente que dos mil años después aquella veintena de discípulos se ha convertido en millones de hombres y mujeres dispuestos a vivir sus enseñanzas como católicos, protestantes y ortodoxos y es el personaje histórico más vivo que existe. Ahora bien, lo importante de Jesús es que permaneció fiel a Dios y Dios le resucitó.

Coloquio:
Háblale, dile lo que creas, incluso si no estás de acuerdo con lo que he escrito, cuéntaselo a él y deja un espacio de silencio para que te dirija una palabra.
Ejercicio de esta semana:
Ante la voluntad de Dios por crearme, aparece nuestra pregunta más radical: ¿para qué estoy aquí?, ¿qué ha pretendido Dios al crearme?, ¿tiene algún sentido mi vida?... Esta semana iremos respondiendo desde las preguntas de al composición de lugar.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
¿Considero al comienzo de la oración en presencia de quien estoy?
Al rezar el espacio donde me encuentro cambia, pasa a ser sagrado. Esta palabra significa separado, lo sagrado es lo separado, lo que se encuentra en otra dimensión, frente a lo profano que es nuestro mundo. La Iglesia es un espacio sagrado, es decir, pertenece al mundo de Dios. Cuando yo rezo Dios está en ese lugar de una manera especial. Por eso caigo en la cuenta de que Dios está conmigo, cerca de mí, dentro de mí... miro que voy a estar con él, y hablar con él.


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martes, 22 de abril de 2008

Evangelio del próximo Domingo

En este enlace encontrarás las lecturas y comentarios que voy redactando a lo largo de esta semana.
http://destellosdelmontcabrer.blogspot.com/2008/04/domingo-vi-27-de-abril-de-2008.html

Escuela de Oración. Semana IV. Día 3º


IV Semana. Martes 22 de Abril.

En presencia de...
En la oración es básico el silencio. Una persona que no sea capaz de estar en silencio no puede hacer oración, pues la oración es trato de amor con Aquél que más nos ama y en el amor el silencio es puente de encuentro.
Pero también es verdad que constituye, sobre todo al principio, en uno de los ingredientes más costosos de la oración. Como bien afirma la autora del libro que seguimos, “asusta quedarse sin nada a lo que agarrarse”. Inmediatamente se dispara la imaginación y comenzamos a pensar en mil cosas.
Por eso comienza la oración intentando hacer silencio. Quizás para mí sea fácil por encontrarme en una calle donde sólo se escucha el silencio acompañado por el canto de los pájaros. Pero inténtalo, escucha sólo lo que te rodea y si te vienen a la imaginación tus preocupaciones, lo que tienes que hacer después,... dile a tu mente: “eso para más tarde” y sigue intentándolo.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios la gracia del silencio, que él sea tu compañero en esta oración.

Su palabra:
Por eso supliqué y se me concedió la prudencia:
invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos
y en su comparación tuve en nada la riqueza.
No la equiparé a la piedra más preciosa,
porque todo el oro a su lado es un puñado de arena
y ante ella la plata es como el barro.
La quise más que a la salud y a la belleza
y preferí tenerla como luz,
porque su claridad no anochece.
Con ella me vinieron a la vez todos los bienes
e incalculables riquezas en sus manos.
Yo disfruté de todos, porque la Sabiduría los trae,
aunque ignoraba que ella fuera su origen.
Sin engaño la aprendí y sin envidia la comparto;
no escondo sus riquezas,
porque es un tesoro inagotable para los hombres,
y los que la adquieren se granjean la amistad de Dios,
recomendados por los dones que ofrece la instrucción.
Que Dios me conceda hablar con conocimiento
y tener pensamientos dignos de sus dones,
porque él es quien guía a la sabiduría
y quien dirige a los sabios.
En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
toda prudencia y toda habilidad práctica.
Él me concedió el verdadero conocimiento de los seres,
para conocer la estructura del mundo
y la actividad de los elementos,
el principio, el fin y el medio de los tiempos,
la alternancia de los solsticios y la sucesión de las estaciones,
los ciclos anuales y la posición de las estrellas,
la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras,
el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres,
las variedades de las plantas y las virtudes de las raíces.
Llegué a conocer cuanto está oculto y manifiesto,
porque la sabiduría, artífice de todo, me lo enseñó.
Sabiduría 7, 7-21
Composición de lugar:
Este poema se atribuye al rey considerado el más sabio del Antiguo Testamento, Salomón. El contenido es muy claro, pide a Dios le conceda la sabiduría. Y eso es importantísimo en la vida.
Lo sabemos muy bien, pues conocemos a amigos que son muy inteligentes, que sacan excelentes en todas las asignaturas pero que no tienen conocimiento, son insociables, no saben hablar, se dirigen a los demás con altanería, sintiéndose superiores, van por el mundo como el aceite. Ser inteligente no significa ser sabio. El sabio es la persona que a lo mejor no tiene estudios, pero sabe hablar y actuar allí donde se encuentra. Es aquel que se adapta a los que le oyen y pasa por uno más hasta que se le escucha.
En este día lee el texto, teniendo presente que nos encontramos ante un texto cuyo autor es un sabio de Israel, posterior a la invasión de Palestina por parte de Alejandro Magno (s.III a.C.). Eso es importante pues como personaje antiguo tiene la mentalidad y conocimientos de su tiempo. Quizás no te hayas dado cuenta nunca, pero ¿qué textos conoces de la antiguedad?, ¿a cuantos tienes alcance? Imagino que a pocos, o mejor dicho, salvo los que hay en los libros de historia, a ninguno. Sin embargo en tu casa tienes unos libros que han sido escritos todos ellos antes de Cristo, son los libros del Antiguo Testamento. Ellos, además de ser Palabra de Dios, constituyen un legado de la cultura antigua, de los que durante siglos fueron el único foco de sabiduría, Egipto y Mesopotamia. Ello en sí ya nos merece un gran respeto, pues nuestra forma de pensar es hija del pensamiento egipcio, mesopotámico, persa, hebreo, griego y romano, estos son nuestros abuelos, los que nos han dado identidad. Y los cristianos tenemos la fortuna de tener entre nosotros unos libros muy antiguos y encima traducidos a nuestra lengua y editados en un sólo libro, la Biblia.
Pero bien, lo más importante es que la Biblia es la Palabra de Dios, no tanto pasada sino presente. Dios hoy quiere hablarte a través de este texto. ¿Que te dice?

Coloquio:
¿Qué le dices?

Ejercicio de esta semana:
Vamos a desarrollar el examen General del día, en él iremos descubriendo como se va concretando nuestra vida de fe.
1.Presencia de Dios.
2.Acción de Dios.
3.Participación en los sentimientos de Dios.
4.Pedir perdón.
5.Propósito de cambio.
6.Peticiones.
7.Padrenuestro.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:


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lunes, 21 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana IV. Día 1º



IV Semana. Lunes 21 de Abril de 2008.

Introducción:
Nos introducimos ya en la cuarta semana, que correspondió para los chicos de bachillerato del Seminario Menor los días del 8 al 14 de octubre. Con esta semana concluye la primera etapa de este camino que emprendimos y que busca ayudarte a ti, monitor y monitora a descubrir a Dios en tu vida y que es lo que quiere de ella, es decir, ser sensibles a la vocación, la llamada de Dios para que seas feliz como cristiano en una de las múltiples formas de vida que existen: casado/a, religioso/a, sacerdote, soltero/a,... y especialmente ahora a vivir tu vocación como monitor o monitora junior. Veamos lo que se anota en esta semana:
“La experiencia de encuentro con Dios no consiste sólo en este rato de oración, siendo esta la pieza fundamental, deberías observar como lo orado al comienzo del día va iluminando tu propia vida. Todo lo creado por Dios es creado por ti, y merecen la pena “en tanto en cuanto” me ayuda a amarle más, y a servirle mejor. Las cosas, los demás, todo lo que nos rodea... no son obstáculos en mi vida espiritual, no son malas (“vio Dios que todo era bueno”)... sino que me delatan, ya que he de discernir si me ayudan a amar o no y una vez discernido he de actuar con coherencia.

En presencia de...
He aquí esta sugerencia que nos propone la autora del libro “Cuando vayas a orar...”:
En un ambiente cálido y acogedor, pon delante de ti objetos sencillos que te evoquen la presencia de personas que han formado parte de tu vida (fotos, regalos, recuerdos familiares...). Déjate llevar por la memoria y trata de descubrir el hilo conductor de la acción de Dios a través de las personas que hay detrás de cada uno de ellos. Merece la pena detenerse a meditar en las “presencias” como en uno de los misterios importantes de la vida. Es una gran ayuda para romper nuestras raquíticas ideas espacio-temporales...

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te ayude a rezar, dile que te cuesta pero que necesitas rezar para ser monitor/a junior, es decir, para poder ser esa fuente que se ha dejado llenar del agua para así poder saciar la sed de los caminantes. Tú eres fuente, la Palabra de Dios es la lluvia que cae sobre ti, pero si la fuente no tiene un interior capaz de acogerla es imposible que de ella brote cristalina agua, como la de nuestras fuentes.

El texto, Su Palabra:
Dijo Dios:
-Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra; que manden en los peces del mar y en las aves del cielo, en las bestias y en todas las alimañas terrestes, y en todos los reptiles que reptan por la tierra.
Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.
Después los bendijo Dios con estas palabras:
-Sed fecundos y multiplicaos, henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra.
Dijo Dios:
-Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la faz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla. Todo ello os servirá de alimento. A todos los animales terrestes, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser animado de vida, les doy la hierba verde como alimento.
Y así fue. Vio Dios cuanto había hecho y todo estaba muy bien. Atardeció y amaneció: día sexto.
Gn 1, 26-31
Composición de lugar:
Los relatos de la creación son dos. El segundo más antiguo que el primero. El que hemos leído es por tanto posterior a la creación del ser humano del barro y en él se sitúa al ser humano como cumbre de la creación. Éste no se entiende primero el hombre y después la mujer sino a la vez y los dos “imagen y semejanza”, es decir, con capacidad para conocer a Dios y la Verdad, realizar el bien utilizando la libertad, amar a Dios y a los demás, pero como imagen, sin llegar a ser igual a Dios. Pero lo más importante, además del mandato de amarse el hombre y la mujer y fruto del amor tener hijos es el vio Dios que estaba muy bien, o traducido de otra forma, era muy bueno. Todo lo que te rodea es bueno. El problema como veremos en la caída, el pecado de Adán y Eva, se encuentra en el uso. Un mal uso de la creación lleva a consecuencias terribles para el ser humano: la contaminación, el efecto invernadero, el cambio climático, los campos de exterminio, la explotación del ser humano con fines políticos, económicos o sexuales,...
Ahora imagina que eres un espectador y mira como Dios va creando. Seguidamente personaliza el texto. Pasa de la tercera persona a la primera y segunda, como si Dios se dirigiese a ti: Dije: voy a hacerte a mi imagen y semejanza, que mandes en los peces,...
Tampoco estaría mal que recordases el campamento, allí se contempla muy bien la creación.

Coloquio:
Después de escucharle, háblale, dale gracias por todo lo que él ha hecho, por haberte creado y por cuanto te ha ofrecido en tu vida.


Ejercicio de esta semana:
Vamos a desarrollar el examen General del día, en él iremos descubriendo como se va concretando nuestra vida de fe.
1.Presencia de Dios.
2.Acción de Dios.
3.Participación en los sentimientos de Dios.
4.Pedir perdón.
5.Propósito de cambio.
6.Peticiones.
7.Padrenuestro.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:

domingo, 20 de abril de 2008

Domingo V Tiempo Pascual.


Domingo V Tiempo Pascual. 20 de Abril de 2008.

Adicción:
Comienza pidiendo a Dios que te ayude a sentir su cercanía.

Oración preparatoria:
En el comienzo de esta oración voy hacia ti Jesús, quiero marchar decidido por el camino que tú en el Evangelio y la oración me vas a marcar, para que mi vida sea lo que tu esperas de ella y que seré capaz de descubrir si me abro a ti y te escucho en tu Palabra, la que ahora me diriges.

El texto, Su Palabra:
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice:
- «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino? »
Jesús le responde:
- «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice:
- «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica:
- «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.»
Palabra del Señor
Composición de lugar:
Una tarde muy especial, tanto que los apóstoles la recordarán todos los domingos cuando se reúnan a realizar lo mismo que hizo Jesús aquella tarde: partir el pan.
Y allí, después de lavar los pies a los discípulos, celebrar la cena pascual y cantar, Jesús vuelca su corazón en quienes son sus íntimos, los más amigos. Es el discurso de despedida.
Como juniors nosotros también celebramos la eucaristía. ¡Ojalá algún día no haya ningún junior que no vaya a misa todos los domingos! O mejor, ¡Ojalá un día los juniors tengamos necesidad no sólo de ir a misa, sino de estar después un rato con Él, como los apóstoles, escuchándole!
La oración es eso, dejar que Jesús hable y sólo en la medida dejemos que Él hable seremos realmente juniors, pues en nosotros se habrá hecho realidad y vida el lema de la campaña de este año: Tú, el Camino, la Verdad y la Vida.
Y es precisamente en este evangelio donde Jesús se nos presenta como el “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.
Por eso bueno es que lo pienses. Él es el camino por donde va tu vida. Él es la única verdad por la que vale la pena dar la vida cada día, levantarse, amar, vivir. Él es la Vida auténtica, porque es Amor total a Dios y a los demás, sin esperar nada, confiando totalmente en el Padre y en los otros, dando como un torrente desbordado.
¿Pero lo es?
Seguramente pensarás: “bueno, pues no lo tengo muy claro, que quieres que te diga, ¿no te estás rayando?”.
No te preocupes por las dudas, pídele a Jesús, como Felipe, que te muestre al Padre, aunque con ello recibas un reproche: “Hace tanto que estoy con vosotros. ¿y no me conoces?”. Ya ves, a los apóstoles les pasaba lo mismo que a ti y a mí, tenían sus dudas. No le conocían, a pesar de haber tratado con él.
Coloquio:
Sigue hablando con él. Como ves, orar no es sólo recitar oraciones de memoria, es hablar con Jesús desde el corazón.

Escuela de Oración. Semana III. Día 7º


III Semana. Domingo 20 de Abril.

Adicción:
De nuevo haz presencia de Dios, siente la cercanía, especialmente teniendo presente la naturaleza.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te haga sentir que él no te va a dejar nunca.


El texto, Su Palabra:
Entonces fue Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní y dijo a los discípulos:
-Sentaos aquí, mientras voy a orar.
Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentir tristeza y angustia. Entoces les dijo:
-Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo.
Él se adelantó un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así:
-Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú.
Volvió después donde los discípulos y los encontró dormidos. Dijo entonces a Pedro:
¿Con que no has podido velar una hora conmigo? Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.
Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así:
-Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados. Los dejó y se fue a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. Volvió entonces donde los discípulos y les dijo:
-Ahora ya podéis dormir y descansar. Sabed que ha llegado la hora en que el hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantados!, ¡Vámonos! Mirad, el que me va a entregar ya está cerca.
Mt 25,36-46
Composición de lugar:
También este texto es muy visual. Fácil es imaginarnos sentados y medio dormidos, mientras de reojo vemos a Jesús sufriendo. Sitúate en la escena. Tú eres Pedro y también tú eres Jesús. ¿Qué sientes al ver a tus amigos dormidos?
El junior es una persona que permanece en vela, sensible al sufrimientos de los demás y por otra parte cuando tiene dificultades ora para que Dios le ayude, se apoya como Jesús en el padre.

Coloquio:
Repite durante unos minutos como si fuese una gota va cayendo la frase “Padre mío, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad”. Y sobre todo dile lo que sientes.


Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

Escuela de Oración. Semana III. Día 6º


III Semana. Sábado 19 de Abril.

Adicción:
Como siempre comienza sintiendo la presencia de Dios que quiere hablar contigo.
Oración preparatoria:
Tanto si la sientes como si no la sientes, pídele a Él que te abra los ojos para verle, los oídos para escucharle y el corazón para amar su voluntad.


El texto, Su Palabra:
Para este fin de semana el Seminario Menor nos ofrece estos dos textos bíblicos:

Seis días después, tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías, que conversaban con él. Tomo Pedro la palabra y dijo a Jesús:
-Señor, está bien que nos quedemos aquí. Si quieres haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y salió de la nube una voz que decía:
Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.
Al oír esto los discípulos, cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo:
-Levantaos, no tengáis miedo.
Ellos, alzaron sus ojos y no vieron a nadie más que a Jesús.

Composición de lugar:
Muy fácil imaginar: el monte Tabor, como el Benicadell. En lo alto Jesús, los apóstoles. Él se transfigura y aparece rodeado de Moisés y Elías, quienes representan el Antiguo Testamento. Moisés es el legislador por excelencia, el autor de la Ley, Torá en hebreo, los cinco primeros libros. Elías representa a los profetas, quienes cuando Israel comenzó a desobedecer la Ley recordaron constantemente los mandamientos. En la Biblia aparecen en los libros históricos como Reyes, los profetas no escritores, en los libros proféticos, los cuatro profetas mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y los doce profetas menores (Oseas, Amos,...).
Pero lo que importa ahora es que reces. Imagínate que eres Pedro. Pues tú también has tenido esa experiencia. El junior cada vez que se va de campamento o de convivencia trata de subir al Tabor, de acercarse a Jesús presente en su Palabra y en la Eucaristía, en el contacto vivo con la naturaleza.

Coloquio:
¿Qué le dirías tú si hubieses sido uno de los apóstoles presentes en el Tabor? Sobre todo dale gracias, díselo con tus palabras por las veces en que te has encontrado con Dios en el junior, en una convivencia, en el campamento.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

sábado, 19 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana III. Día 5º



III Semana. Viernes 18 de Abril.

Adicción:
Comenzamos con este texto de una mujer encantadora para los niños de los años 70, Gloria Fuertes:
“La presencia
es vista y no vista.
Se siente, como si te besan con la luz apagada,
te estremeces, no ves nada.
Sientes eso que se siente,
cuando te liberas de una tenaza.
La presencia invisible
te seca el sudor de una lágrima;
no suelo ser una persona conocida,
no habla,
huele a esencia esencial,
no os la puedo describir,
es muy alta...”
Seguramente, si has llevado a cabo este plan de oración o lo has seguido más de un día, habrás descubierto esta presencia, es la de Dios. Comienza tratando de expresar como es.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te haga sentir su presencia.


El texto, Su Palabra:
Hijo, actúa con dulzura en todo lo que hagas,
y te querrán más que al hombre generoso.
Cuanto más grande seas, más debes humillarte,
y alcanzarás el favor del Señor.
Porque grande es el poder del Señor,
pero son los humildes quienes le glofifican.
No pretendas lo que te sobrepasa,
ni investigues lo que supera tus fuerzas.
Atiende a lo que se te encomienda,
que las cosas misteriosas no te hacen ninguna falta.
No te preocupes por lo que supera a tus obras,
porque ya te han enseñado más de lo que alcanza
la inteligencia humana.
Pues las especulaciones desviaron a muchos,
y las falsas ilusiones extraviaron sus pensamientos.
Eclesiástico 3, 17-24
Composición de lugar:
Léelo despacio, como si fuese una carta que Dios te ha enviado y se dirige a ti, que eres su hijo. De todas las frases, ¿cuál te ayuda más a estrechar tu relación con Dios?, ¿cuál te ayuda a relacionarte mejor con los demás, especialmente con tu familia, amigos y centro junior?, ¿qué frase te ha llamado más la atención y te ha gustado?, ¿cuál no entiendes? Puedes consultármela o consultarla con tu consiliario bien personalmente o en la reunión de centro.

Coloquio:
Como siempre, habla con él, incluso discute con Dios. Y deja un espacio de silencio para que él te responda.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

http://centrejuniordealfarrasi.blogspot.com/

jueves, 17 de abril de 2008

Escuela de oración. Semana III. Día 4º


III Semana. Jueves 17 de Abril.

Adicción:
“Comienza pensando en estas palabras: “la oración no es el espacio exclusivo en el que Dios habita. Toda la realidad está llena de su presencia. Decir que el Señor está más pendiente del hombre cuando reza es ignorar que su permanente compañía es uno de sus grandes regalos. En la oración no se trata tanto de que Dios se haga presente al hombre, porque siempre está junto a él, sino de que el hombre se haga presente a Dios dedicándole un tiempo y un espacio donde Él sea el único y el primero”.
Mª Dolores López Guzmán. Cuando vayas a orar...
Piénsalo, Dios siempre te lleva dentro, en la oración tú tomas conciencia de esta realidad.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te ayude a ser consciente de que Él ahora está cerca de ti, junto a ti, dentro de ti.


El texto, Su Palabra:
Me dirigió Yahvé las palabras en estos términos:
Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía;
antes que nacieses, te había consagrado yo profeta;
te tenía destinado a las naciones.
Yo respondí:
-¡Ah, Señor Yahvé! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.
Pero Yahvé me dijo:
No digas que eres un muchacho,
pues irás donde yo te envíe
y dirás todo lo que te mande.
No les tengas miedo,
que contigo estoy para salvarte
-oráculo de Yahvé-
Jeremías 1, 4-8

Composición de lugar:
El libro de este controvertido profeta, llamado a denunciar, a arrasar y construir, arrancar y plantar, comienza con esta llamada por parte de Yahvé. Por eso al comenzar este punto, sitúate. Imagina a Jeremías. Es un hombre frágil, que no quiere meterse en líos ni tener problemas. Él vive bien y sin embargo Dios se cruza en su camino para complicarle la vida. Él se resiste pero Dios insiste. La única razón para escuchar la llamada de Dios es que él está con el profeta para salvarle. Siente que tú eres Jeremías, con el miedo, los temores e incluso las pocas ganas por escucharle.
Y ahora aplícalo a tu vida. Eres monitor o monitora. Lee el texto cambiando las palabras: antes de nacer Dios ya te escogió como monitor junior, llamado a anunciar el Evangelio, a denunciar todo lo que atenta contra Dios y el ser humano, a dar testimonio de Jesús en medio de los niños y los jóvenes. Lo que digas, en la medida sea fruto de la lectura de la Palabra de Dios, la formación y la oración, será de Dios. Tú tienes autoridad por el hecho de ser monitor, pues no estás en un grupo de amigos ni en una ong. Lo eres porque hay un consiliario, un sacerdote nombrado por el Obispo, que te ha destinado a ser monitor o monitora. Detrás de ti, como educador en la fe que eres, al igual que las catequistas y los catequistas, está la Iglesia, a través del párroco, obispo, Papa y Jesús.
Y tú dices que eres un muchacho, que eso no va contigo, que no tienes capacidades o prefieres vivir tranquilamente, yendo de fiesta y sin preocuparte de cambiar el mundo y hacerlo mejor, que pasas de eso. Y Dios te responde: ¿qué es lo que Él te dice?
Coloquio:
Dile que eres un muchacho o una muchacha, que no tienes cualidades. Y escucha.


Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

miércoles, 16 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana III. Día 3º


III Semana. Miércoles 16 de Abril

Adicción:
Siguiendo el esquema que nos ofrece el libro de la editorial CCS “Cuando vayas a orar”. Después de encontrar a Dios en la naturaleza, los demás, los recuerdos y el interior de cada uno de nosotros, llegamos al que es el centro y cima de la oración: Jesús. A él es a quien buscamos, pues como bien se afirma en la campaña de este año es el Camino, la Verdad y la Vida, el rostro de Dios. Por eso el ser humano que siempre ha buscado a Dios encuentra en él el rostro, el único rostro que puede ver de Dios. Cuando lo imaginamos tenemos que tener presente que la única representación real de Aquél que es invisible, inabarcable, incomprensible, irrepresentable es la de Jesús, pues es el rostro del Dios invisible
Así lo afirma un autor cristiano antiguo, S. Atanasio: “el mismo se ha hecho visible con su cuerpo para que nosotros pudiéramos hacernos una idea del Padre invisible”.
Por eso hoy comienza la oración contemplando una imagen de Jesús.

Oración preparatoria:
Pídele a Jesús que te ayude a escuchar su voz en el texto bíblico, como la fuente que recibe el agua de la lluvia, que la Palabra entre en tu corazón para desde él brotar de nuevo.


El texto, Su Palabra:
Ahora, así dice Yahvé,
el que te ha creado, Jacob,
el que te ha plasmado, Israel.
No temas que yo te he rescatado,
te llamé por tu nombre, y eres mío.
Si cruzas las aguas, yo estoy contigo,
si pasas por los ríos, no te hundirás.
Si andas sobre brasas, no te quemarás,
la llama no te abrasará.
Porque yo soy Yahvé tu Dios,
el santo de Israel, tu salvador.
Entregué a Egipto como rescate por ti,
a Cus y Seba en tu lugar,
dado que eres precioso a mis ojos,
eres estimado, y yo te amo.
Pondrés a la humanidad en tu lugar,
a pueblos en pago de tu vida.
No temas, que yo estoy contigo;
desde Oriente haré volver tu raza,
y desde Poniente te reuniré.
Diré al Norte: “Dámelos”;
y al Sur: “No los retengas”.
Trae a mis hijos de lejos,
a mis hijas del confín de la tierra;
a los que son llamados por mi nombre,
a los que para mi gloria creé,
a los que plasmé y formé.
Is 43, 1-7

Composición de lugar:
El texto se refiere en primer lugar a Israel, a quien promete la liberación de sus enemigos, recordando lo que Dios hizo en Egipto por Él. Por eso imagínate que eres un israelita que escucha este texto, desterrado junto a los canales o acequias de Babilonia. ¿Qué sientes?
Y después subraya o cambia a negrita las frases que más te llamen la atención. Con dos o tres frases hay bastantes. ¿Qué te sugiere?, ¿qué te está diciendo Dios a ti, ahora?

Coloquio:
¿Qué le dices a Dios?
Ejercicio de esta semana:
Ante la voluntad de Dios por crearme, aparece nuestra pregunta más radical: ¿para qué estoy aquí?, ¿qué ha pretendido Dios al crearme?, ¿tiene algún sentido mi vida?... Esta semana iremos respondiendo desde las preguntas de al composición de lugar.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
¿Considero al comienzo de la oración en presencia de quien estoy?
Al rezar el espacio donde me encuentro cambia, pasa a ser sagrado. Esta palabra significa separado, lo sagrado es lo separado, lo que se encuentra en otra dimensión, frente a lo profano que es nuestro mundo. La Iglesia es un espacio sagrado, es decir, pertenece al mundo de Dios. Cuando yo rezo Dios está en ese lugar de una manera especial. Por eso caigo en la cuenta de que Dios está conmigo, cerca de mí, dentro de mí... miro que voy a estar con él, y hablar con él.

martes, 15 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana III. Día 2º


III Semana. Martes 15 de Abril.

Adicción:
¿Quieres encontrar a Dios? Ya lo has buscado en la naturaleza, en los demás y en el pasado. Ahora vamos a dar un paso, pero este será hacia tu interior. Dios está en tu corazón, susurrando dentro de ti tus mejores deseos. Así que el primer ejercicio está clarísimo. Entra en tu corazón, escucha tu corazón y sentirás la presencia de Dios.

Oración preparatoria:

Comienza la oración, siguiendo el tema de esta semana, alabando a Dios, dándole gracias por tener corazón, sentimientos, valores, sueños,... y pidiéndole que te ayude a rezar. A escuchar a quien desde tu corazón y la Biblia te habla.

Su palabra:
Llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas lo llamó mar; y vio Dios que era bueno. La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla según sus especies y árboles que dan fruto con la semilla según sus especies; y vio Dios que era bueno. Hizo Dios dos luceros mayores; el lucero grande para regir la tierra y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas; y los puso en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, para regir el día y la noche y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que era bueno. Creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente que repta y que hacen bullir las aguas según sus especies; y vio Dios que era bueno.
Gn 1,10.12-17-18.21

Composición de lugar:
Puedes leer todo el primer capítulo y el segundo del Génesis e imaginar a Dios creando. Lo importante de este texto no es como lo crea sino la consideración que le da la Biblia. “Era bueno” y el sexto día, cuando crea al hombre y la mujer, “era muy bueno”. Todo lo que Dios ha creado es bueno y por tanto podemos darle gracias, alabarle por ello.
Imagina a Dios creando lo que el texto te indica y también cuanto te rodea.

Coloquio:
Realiza el mismo ejercicio que ayer. Dale gracias por todo lo que te rodea. Porque Dios lo ha creado para ti y es bueno. Y dale gracias por las personas que están cerca, por ti mismo, porque Dios lo ha creado para ti y es muy bueno.

Ejercicio de esta semana:
Ante la voluntad de Dios por crearme, aparece nuestra pregunta más radical: ¿para qué estoy aquí?, ¿qué ha pretendido Dios al crearme?, ¿tiene algún sentido mi vida?... Esta semana iremos respondiendo desde las preguntas de al composición de lugar.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
¿Considero al comienzo de la oración en presencia de quien estoy?
Al rezar el espacio donde me encuentro cambia, pasa a ser sagrado. Esta palabra significa separado, lo sagrado es lo separado, lo que se encuentra en otra dimensión, frente a lo profano que es nuestro mundo. La Iglesia es un espacio sagrado, es decir, pertenece al mundo de Dios. Cuando yo rezo Dios está en ese lugar de una manera especial. Por eso caigo en la cuenta de que Dios está conmigo, cerca de mí, dentro de mí... miro que voy a estar con él, y hablar con él.

lunes, 14 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana III. Día 1º


III Semana. Lunes 14 de Abril de 2008.
Introducción:“Vives, pero la vida no se te ha dado a ti mismo/a, sino que te la han regalado. Dios te regala la vida porque te quiere incondicionalmente. Te la regala para que la vivas con un único sentido: alabar, hacer reverencia y servir a Dios y mediante esto salvarte”.
Así lo explica el guión que seguimos, tomando palabras del que constituye para los cristianos el mejor libro sobre los ejercicios espirituales, un pequeño folleto que escribió S. Ignacio de Loyola en la cueva de Manresa y que ha iluminado la vida de miles de personas, a través de los 30 días de ejercicios espirituales. En ellos el cristiano y no sólo jesuitas, sacerdotes, religiosos o religiosas, sino personas seglares, solteros y casados, que se toman un mes para revisar su vida, entregados a la oración y siguiendo los consejos de escribió s. Ignacio de Loyola.
Inspirados en ellos seguimos estas oraciones. Y es él quien nos sitúa en el motivo por el que estamos en este mundo y no es otro de amar a Dios y así salvar nuestras vidas.

Adicción:

Y ahora nos situamos. ¿Dónde está Dios? Le descubrimos en la creación y en el ser humano. Pero también está como afirma Mª Dolores López, madre de familia, “en el baúl de los recuerdos”, es decir, e nuestra vida. Por eso comienza recordando los momentos de tu vida en los que has sentido a Dios muy cerca.

Oración preparatoria:
Y reza: “Señor, que yo me vea como fruto de tu amor. Que yo me vea como tú me ves. Que te sienta cercano como mi padre y mi creador; como aquel que con cariño me va regalando la vida día a día, de manera que todas mis intenciones, acciones y operaciones puedan ser ordenadas en servicio y alabanza tuya”.

El texto, Su Palabra:¡Dad gracias a Yahvé, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
Dad gracias al Dios de los dioses,
porque es eterno su amor;
dad gracias al Señor de los señores,
porque es eterno su amor.

Al único que ha hecho maravillas,
porque es eterno su amor.
Al que hizo el cielo con sabiduría,
porque es eterno su amor;
Al que asentó la tierra sobre las aguas,
porque es eterno su amor.

Al que hizo las grandes lumbreras,
porque es eterno su amor;
el sol para regir el día,
porque es eterno su amor;
luna y estrellas, que rigen la noche,
porque es eterno su amor.

Al que hirió en sus primogénitos a Egipto,
porque es eterno su amor;
y sacó a Israel de entre ellos,
porque es eterno su amor;
con mano fuerte y tenso brazo,
porque es eterno su amor.

Al que partió en dos el mar de los Juncos,
porque es eterno su amor;
e hizo pasar por medio a Israel,
porque es eterno su amor;
y hundió en él al faraón con sus huestes,
porque es eterno su amor.

Al que guió a su pueblo en el desierto,
porque es eterno su amor.
Al que hirió a grandes reyes,
porque es terno su amor;
y dio muerte a reyes poderosos,
porque es eterno su amor;
a Sijón, rey de los amorreos,
porque es eterno su amor;
y a Og, rey de Basán,
porque es eterno su amor.

Y dio sus tierras en herencia,
porque es terno su amor;
en herencia a su siervo Israel,
porque es eterno su amor.

Al que se acordó de nosotros humillados,
porque es eterno su amor;
y nos libró de nuestros adversarios,
porque es eterno su amor.

Al que da pan a todo viviente,
porque es eterno su amor.
¡Dad gracias al Dios de los cielos,
porque es eterno su amor!

Composición de lugar:
El lenguaje de los salmos puede parecernos lejano, tanto en sus expresiones como en los nombres. Sin embargo ellos forman parte de la oración de los cristianos. Desde siempre, siguiendo a los judíos, los cristianos hemos rezado con ellos y así la oración de la iglesia, al amanecer, durante el día y la noche, al atardecer y antes de acostarse está formada por estas oraciones, que constituyen las mejores que tenemos, las maestras que nos enseñan a rezar, pues son Palabra de Dios.
Por eso comienza situandote. Es el gran Hallel que rezaban los judíos después del pequeño Hallel por Pascua. Es sobre todo una canción en la que Israel da gracias a Dios por la creación, la liberación de Egipto y el camino por el desierto durante el éxodo. Es decir, los dos ejes donde Israel descubre la presencia de Dios, un Dios que crea y un Dios que los libera de la esclavitud y los lleva por el desierto hacia la tierra prometida protegiéndolos de los enemigos, los reyes de los amorreos y de Basán, Sijón y Og.
También es el canto de los que sufren, de tantos hombres y mujeres que viven sometidos a la opresión de las multinacionales, los regímenes totalitarios, sometidos a la esclavitud laboral o sexual (niños de Asia, mujeres maltratadas y esclavizadas en Occidente,...). Los pobres, en la situación de penuria sienten la cercanía de Dios, “Él se acordó de nosotros los humillados”. Por eso no hay ateos en los países pobres, sino en los países ricos.
También es interesante lo que nos indica el guión que seguimos:
“Con la vista imaginativa me sitúo ante la realidad de mi propia ida, y le voy poniendo nombre a ada aspecto significativo. Imaginarme que cada mañana voy a emprender un viaje que alguien ha preparado conmigo. ¿A dónde voy?, ¿qué cosas se me han dado para el viaje?, ¿qué cosas son precisas para el viaje de hoy?, ¿qué cosas me estorbaron ayer?, ¿cómo mantener el rumbo?, ¿cómo disfrutar de la presencia de mi acompañante?...”.

Coloquio:“Se abre el coloquio el cual se hace propiamente hablando, así como un amigo habla a otro, o un siervo a su Señor; cuándo pidiendo alguna gracia, cuando culpándose por algún mal hecho, cuando comunicando sus cosas, y queriendo consejo en ellas” (Ejercicios Espirituales 54).
Y bien, puedes recordar tu vida, los momentos más felices, en una frase y acabarla así”porque es eterno su amor”. Por ejemplo: Él me dio unos padres maravillosos, porque es eterno su amor; me ha hecho muy feliz este fin de semana, porque es eterno su amor; me ha ofrecido un grupo de educadores y monitores maravillo, porque es eterno su amor,...


Ejercicio de esta semana:
Ante la voluntad de Dios por crearme, aparece nuestra pregunta más radical: ¿para qué estoy aquí?, ¿qué ha pretendido Dios al crearme?, ¿tiene algún sentido mi vida?... Esta semana iremos respondiendo desde las preguntas de al composición de lugar.

Examen de la oración:“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
¿Considero al comienzo de la oración en presencia de quien estoy?
Al rezar el espacio donde me encuentro cambia, pasa a ser sagrado. Esta palabra significa separado, lo sagrado es lo separado, lo que se encuentra en otra dimensión, frente a lo profano que es nuestro mundo. La Iglesia es un espacio sagrado, es decir, pertenece al mundo de Dios. Cuando yo rezo Dios está en ese lugar de una manera especial. Por eso caigo en la cuenta de que Dios está conmigo, cerca de mí, dentro de mí... miro que voy a estar con él, y hablar con él.

¿Y tú porqué no?

Así de claro te lo digo a ti que has entrado en esta web. ¿Por que tú no sacerdote?
Me dirás que por que... pues bien, la vida del ser humano es siempre un renunciar a lo bueno para optar por lo bueno.
Y vale la pena, vale la pena dar tu vida por los demás de esta forma tan enriquecedora como es la vida sacerdotal.
Vale la pena pasar unos años de tu vida formándote en un seminario, con otros jóvenes y sentir la cercanía de Dios.
Vale la pena pasar el resto de tu vida dándote a los otros, a la buena gente que encuentras en las parroquias, en la catequesis, en el junior, visitando y escuchando a los enfermos y ancianos, animando a las catequistas, celebrando el misterio más grande de amor que hay, la Eucaristía y acercando al Dios Perdón a los demás.
He aquí un día en el seminario, de una familia que un día se separará para... ir a vuestro encuentro como sacerdotes.
José.

viernes, 11 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana II - Día 5º


II Semana. Viernes 11 de Abril.

Adicción:
Ayer, antes de comenzar la oración miramos a nuestro alrededor y contemplamos a Dios en la naturaleza. Por cierto, ¡cómo enseña una fuente! Me vino ayer al pensamiento. En nuestra mente todo tiene un comienzo y un final, ese es muy limitado. Así algo que se vacía consideraos que empezó hace unas horas, como máximo y terminará dentro de unas horas. Sin embargo la fuente está ahí. No descansa. Durante miles de años, al igual que el río, no ha cesado de manar agua. Unas veces con mayor caudal, otras con menos, horas y horas, sin descansar un sólo día. Y el río, lo mismo. Sus aguas descienden por nuestro valle y no han cesado. Cientos de años antes de nacer nosotros ya discurrían y cuando nos marchemos, seguirán discurriendo por este cauce. Hoy vamos a contemplarlo en esa maravilla que es el ser humano. Realmente, si te detienes, descubrirás la maravilla de tu persona. Detente. Comenzamos escuchando el corazón. Ocurre lo mismo que con el río. Nunca ha dejado de latir. Comenzó en los primeros meses de nuestra existencia y ahí sigue, latiendo, sin vacaciones, sin dormir ni descansar, siempre al mismo ritmo, solamente unas veces más acelerado, otras menos, pero dentro de un intervalo. Escúchalo. Esta maravilla de musculito que se mueve y te da vida, tiene un autor: Dios.

Oración preparatoria:
Pídele que a través del latido de tu corazón sientas la presencia de un Dios que hace posible que él lata y que abra el corazón para escuchar su voz.


El texto, Su Palabra:

Salmo 143
Escucha, Yahvé, mi oración,
y presta oído a mi súplica;
respóndeme leal, por tu justicia.
No entres en pleito con tu siervo,
pues no hay ser vivo justo ante ti.

Me persigue a muerte el enemigo,
aplasta mi vida contra el suelo;
me obliga a vivir entre tinieblas,
como los que han muerto para siempre.
Ya se apaga el aliento en mí,
mi corazón por dentro enmudece.

Recuerdo los días de antaño,
medito todas tus acciones,
pondero las obras de tus manos;
hacia ti tiendo mis manos,
como tierra sedienta de ti.

¡Respóndeme pronto, Yahvé,
que ya me falta el aliento;
no escondas tu rostro lejos de mí,
pues sería como los que bajan a la fosa!

Hazme sentir tu amor por la mañana,
pues yo cuento contigo;
muéstrame el camino que he de seguir,
pues estoy pendiente de ti.

Líbrame de mis enemigos, Yahvé,
pues busco refugio en ti;
enséñame a cumplir tu voluntad,
tú, que eres mi Dios;
tu espíritu, que es bueno, me guíe
por una tierra llana.

Por tu nombre, Yahvé, dame la vida,
por tu justicia, líbrame de la angustia;
por tu amor, aniquila a mis enemigos.
Pierde a todos mis opresores,
porque yo soy tu servidor.

Composición de lugar:
Sitúate en este personaje y trata de descubrir en él sus sentimientos de cara a sí mismo, a los demás y a Dios. ¿Qué le ocurre?, ¿qué espera de Dios?
Ante la realidad de pecado que hemos descubierto durante esta semana, pues tenemos un corazón de piedra (Ezequiel), que no se deja modelar por las manos de Dios (Jeremías), prefiriendo amar otros dioses antes que a quien realmente llena el corazón (Oseas), pero como Zaqueo, conscientes de que somos pequeños buscamos a Jesús y experimentamos el gozo de saber que Él nos ama y quiere entrar en nuestra vida. Es el único que ya puede nuestra casar ser como esas casas del terror, llena de telarañas, trastos, oscura, ruidos extraños, suciedad y mugre, que no le importa entrar y sin darnos cuenta empieza a limpiar y, hoy quito esta telaraña, mañana quito el polvo, el otro abro una ventana y cuando nos damos cuenta, la casa parece un chaletazo frente al mar. Ahora vamos a tener los sentimientos de este orante.
Pídele que te haga sentir su amor cada mañana. Personalmente con meditar esta frase ya habrías hecho una buena oración. También puedes leerlo varias veces. Al principio, como en las buenas canciones, no te dice nada, pero cuanto más lo lees más va diciéndote hasta llegar a hacerte sentir algo especial, como ocurre con las canciones. Lee verso a verso, detente en aquel que te dice algo, te hace sentir, te hace preguntarte sobre tu vida, llega a lo que ahora estás viviendo. Vuelve a leerlo. Deja que pase lo que ahora estás viviendo por ese verso. Por ejemplo: hazme sentir tu amor por la mañana. Me cuesta levantarme, cansado, con lo bien que se está durmiendo, y ahora a clase, a tener que hacer ese examen, a aguantar a este profesor. Señor que sea capaz de levantarme con otra actitud, con ganas, sintiendo que estoy rodeado de amor, el de mis padres, el de mis amigos o amigas que me esperan en la esquina para ir al autobús, el de esos compañeros, Señor, pues sí, cuanto amor hay, no están malo. Me quieres tanto, que me ofreces este sol espléndido y el frío viento de la buena mañana que me hace sentir vivo, Señor, sí, me haces sentir tu amor cada día.
Y así en uno o dos versos. Orar no es más, es dejar que la Palabra de Dios vaya calando dentro de tu corazón y de tu vida, que ella oriente tus sentimientos.

Coloquio:
Está claro, en el anterior apartado tienes una muestra. También puedes rezar el salmo pero con tus palabras, o alargar ese verso que te ha llamado la atención. Sencillamente háblale o mírale, Él te está mirando.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto....He centrado la materia que se me ha propuesto...

jueves, 10 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana II - Día 4º



II Semana. Jueves 10 de Abril.

Adicción:
Comenzamos de nuevo la oración, sintiendo la cercanía de Dios. en la Creación. Así orar muchas veces es acercarse al Creador desde la admiración y la gratitud, contemplando la belleza y grandeza de la naturaleza. Detente y piensa. Dios creó el lugar donde vives, todo el planeta tierra, pensando en ti y para ti. Míralo y como el que al contemplar un bello cuadro imagina al pintor, imagina a Dios pintando nuestro mundo, utilizando todos los colores, los fríos y cálidos, los oscuros y los luminosos. Trata de mirar alrededor, fija tu mirada en todo lo que te rodea y piensa-siente que todo esto Dios te lo ha ofrecido a ti, detrás del ordenador está la sabiduría humana y detrás de la sabiduría humana la sabiduría divina. La belleza de la creación es un destello de la belleza de Dios. Piénsalo por unos momentos.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te abra los ojos para descubrirle en todo cuanto contemplas y vives y de manera especial en este rato de oración.

El texto, Su Palabra:
Entró en Jericó e iba cruzando la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publícanos y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero como era bajo de estatura, no podía, pues la gente se lo impedía. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para ver, pues iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzó la vista y le dijo:
-Zaqueo, baja pronto; conviene que hoy me quede yo en tu casa.
Se apresuró a bajar y lo recibió con alegría. Alverlo todos murmuraban:
-Ha ido a hospedarse a casa de un pecador.
Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:
-Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.
Jesús le dijo:
-Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
Lc 19, 1-10

Composición de lugar:
La escena es fácil de imaginar: un hombre pequeño, Jericó (una ciudad situada en un oásis, toda ella rebosante de palmeras, rodeada por el desierto), un sicómoro, una casa, gente murmurando.
Después de situarte en ella, sentirte que eres Zaqueo buscando a Jesús y realizando las mismas acciones y también sentirte que eres la gente murmurando, vamos a reflexionar un momento.
Zaqueo era bajo de estatura: ¿cuáles son mis limitaciones (defectos, fallos, lo que me gustaría hacer y por pereza, cansancio,... no hago, pecados,...)? Tal como estamos descubriendo esta semana es importante tener una visión real de nosotros mismos. Se trata de mirarnos al espejo, no para amargarnos sino para conocernos realmente.
Se subió a un sicómoro para verle: a veces no es fácil ver a Jesús, incluso los que le rodeamos podemos ser obstáculo, como ocurre con la gente, que lo es a nivel físico y espiritual, pues le impide ver a Jesús y sus prejuicios impiden que él se acerque. Ante los obstáculos en nuestro camino Dios también planta árboles. Estos son los sacramentos, especialmente la misa y comunión, la Biblia, los juniors, los sacerdotes, los monitores, la formación cristiana, los padres. Pensar en ellos, ¿de qué me sirvo para ver a Jesús?, ¿qué es lo que más me ayuda?
Conviene que me quede yo en tu casa: Jesús a través de la oración y los sacramentos quiere quedarse en nuestra casa. No le importa nuestra estatura. Después de descubrir nuestros pecados, nuestras limitaciones, él que tiene una visión, la más real de todas, de nuestra persona, que nos conoce más incluso que nosotros mismos, quiere estar dentro de nosotros, vivir con nosotros.
Lo recibió con alegría: ¿siento la alegría de Zaqueo cuando oro, ahora, o cuando voy a misa y comulgo, recibiéndolo en mi interior?
Todos murmuraban: la lengua, que mala que ha sido, es y será. También yo a veces murmuro. ¿Cuántas veces he despreciado a un monitor porque considero que no merece serlo, pues va cuando quiere a los juniors, apenas va a misa, no tiene las ideas claras,...? ¿soy persona que acoge o persona que desprecia? ¿en el fondo cómo quiero los juniors, abierto o de pocos pero buenos?
Señor, voy a dar la mitad a los pobres: la meta del discipulado es el compartir, el darse a los demás. Esto en Zaqueo no nace de un razonamiento moral sino de una experiencia de amor. Se siente amado por Cristo, ha descubierto en él la auténtica riqueza y esto le lleva a compartir.
Ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido: siente que eso te lo dice a ti, que muchas veces, andas perdido o perdida, sin saber que hacer.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

miércoles, 9 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana II. Día 3º


II Semana. Miércoles 9 de Abril

Adicción:
Comenzamos la oración haciendo presencia de Dios. “Uno de los síntomas que confirman que uno se ha enamorado es que rápidamente aparece la sensación de que la otra persona, objeto de sus desvelos, le ha robado el corazón. Eso significa que se esté donde se esté, el corazón está lleno de la presencia del otro: se piensa en el otro, se sueña con él o ella, cualquier excusa es buena para tenerlo en la memoria”. Así nos lo cuenta la autora del libro que seguimos. Y así ocurre con Dios. Pero no, no es que el hombre y la mujer se hayan primero enamorado de Dios. El flechazo ha ocurrido al revés. El ser humano le ha robado el corazón al mismísimo Creador. Tú, con tus nombres y apellidos, le “chiflas” a Dios, está loquito por ti, lleva tu nombre grabado en sus manos, en su corazón y en su mente. Y a partir de ahí. Pues como en toda relación de amor. Tú tienes la palabra. Puedes decirle sí o no. Ese es el drama y a la vez grandeza de la fe, de Dios. A diferencia de una ley científica no se impone, se acerca, se ofrece, te muestra razones, pero la última palabra siempre la tendrás tú. Podrás decirle sí y cogerle la mano o podrás decirle no creo que existas ni que me ames y darte media vuelta.
Si has optado por la primera, pues... siente que él te está mirando con amor, un amor grande y apasionado.

Oración preparatoria:
Dile que le amas, pero que te gustaría sentir más cerca su presencia. O dile lo que tu corazón te inspira.

El texto, Su Palabra:
Por eso voy a seducirla:
voy a llevarla al desierto
y le hablaré al corazón.
Allí le daré sus viñas,
convertiré el valle de Acor
en puerta de esperanza;
y ella me responderá allí
como en los días de su juventud,
como cuando subió del país de Egipto.
Aquel día – oráculo de Yahvé –
ella me llamará: “Marido mío”
Retiraré de su boca
los hombres de los Baales,
que nunca más volverá a invocar.
Aquel día
sellaré un pacto en su favor
con las bestias del campo,
las aves del cielo y los reptiles del suelo;
quebraré y alejaré de esta tierra
el arco, la espada y la guerra,
y los haré reposar en seguro.
Te haré mi esposa para siempre,
te desposaré en justicia y en derecho,
en amor y en compasión;
te desposaré en fidelidad,
y tú conocerás a Yahvé.
Os 2, 16-22

Composición de lugar:
Nos encontramos ante un profeta, mensajero de Dios, que se sirve del amor humano para expresar la relación entre Dios y su pueblo Israel. Ésta se resumen así: Dios se enamoró de Israel, a la que encontró esclava de Egipto, la liberó, durante cuarenta años mantuvieron una relación de amor, si bien, hubo también tozudez por parte de Israel, Dios sólo recuerda lo bueno del noviazgo, como buen amante. El amor por la novia fue tan grande que le dió la tierra prometida, pero al llegar allí comenzó a adorar a otros dioses, los dioses cananeos y claro, esto le sentó muy mal a Dios, castigando a Israel y haciendo que después del reinado de David y Salomón, cada vez Israel fuese perdiendo poder e independencia hasta desaparecer con la destrucción de Babilonia el s.VI a.C. Pero a pesar de ello, Dios sueña con que Israel volverá a él. Esto tuvo lugar con Jesús y los cristianos, por eso, como todas las profecías, se cumplen en la venida de Jesús.
Leyendo el texto te darás cuenta que los problemas de hoy no son tan novedosos. Que la gente pase de Dios y prefiera otros dioses, eso ya ocurrió en tiempos de Israel (s. IX a.C.). A pesar del amor que Dios tiene por el ser humano, éste siempre ha sido práctico y ha preferido otros dioses como el poder, el prestigio, el dinero, el placer,... ¿Y tú? ¿cuáles son tus dioses?
Después de esta introducción imagina a Dios acercándote a ti, llevándote al desierto, éste no es un lugar inhóspito, el significado desde el lenguaje íntimo sería, “te llevaré a ese rincón solitario y apartado” y ahí quiere hablarte, quiere susurrarte al oído y decirte que te ama. Y tú, que eres práctico o práctica, que prefieres otros amores que aparentemente dan más, piensa en ellos, le dirás que le amas, le dirás Dios mío. Y eso no significa que vayas a ser sacerdote o religioso/a. No, quien ha escrito este texto nos ha dicho en el capítulo anterior que por mandato divino se había casado con una prostituta y había tenido hijos con ella, símbolo de lo que se había convertido Israel. Eres junior y ahí es donde amas a Dios. Y él en el junior también busca ese desierto: la vigilia de la Inmaculada, la Hora Santa, las oraciones de las convivencias, todo el campamento,...
Pero deja que sea Él quien hable, escucha sus palabras, repítelas varias veces, deja que provoquen en ti sentimientos, pasa tu vida por esas palabras, ¿cuáles han sido tus baales? ¿cuándo sentiste que Dios realmente existía y te amaba?, ¿dónde le sentiste más cerca?


Coloquio:
Y ahora respóndele, si lo que te sale del corazón son esos ídolos, díselo. Dile que no, que no crees, que prefieres esos ídolos y al final pídele ayuda, que su amor te haga apartarte de ellos.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

martes, 8 de abril de 2008

Dia Junior


I anarem al dia junior el pasat 6 d'Abril a la Parròquia St. Rafael d'Ontinyent. Allí participarem dels jocs, tant en els xiquets como organitzant els que nosaltres haviem preparat.

A http://groups.msn.com/educadorszonaMontcabrer trobareu les fotos.

Escuela de Oración. Semana II - Día 2º


II Semana. Martes 8 de Abril.

Adicción:


Al principio de la oración hemos de situarnos, hacer presencia de Dios. Pero “esto de la presencia no es tan evidente como puede parecer a primera vista. Porque no se trata simplemente de reconcer con los ojos que una persona está frente a mí o a mi lado. Demasiadas veces sucede el tener a alguien delante que asiente con la cabeza a nuestras palabras mientras que su cabeza está navegando por otros mundos”. Y a nosotros nos pasa lo mismo. Para estar presente no basta estar en el lugar, hay que estarlo con el corazón, es decir, prestando atención.
Y con Dios ocurre lo mismo. Podemos entrar en una Iglesia pero no estar presentes de modo religioso, detenernos ante las pinturas e imágenes, admirar la arquitectura, pero no sentir lo que el edificio y el arte irradia, que es la presencia de Dios. En la oración no se trata de situarme delante de una estampa o cerrar los ojos y comenzar a rezar oraciones sabidas de memoria, se trata de ser consciente que Dios está ahí e ir a su encuentro con el corazón.
Por eso, sitúate. Sirviéndonos de lenguaje del amor, como si la persona amada hubiese llegado y estuviese delante de ti. Todo tu corazón late de un modo distinto. Pues Dios, que no excluye el amor humano sino que lo bendice, está ahí, es el ser que más amas, porque es tu Creador y Padre, tu Redentor y Salvador, tu Defensor y Amor.

Oración preparatoria:
Comienza pidiéndole que envíe su Espíritu para que haga sentir tu presencia. Puedes repetir varias veces (5, 10, 50,...): “Espíritu Santo, ven”.

Su palabra:
Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras. Bajé a la alfarería, y resulta que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo se estropeo como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, transformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos:
-¿No puedo hacer yo con vosotros, Casa de Israel, lo mismo que este alfarero? – oráculo de Yahvé – lo mismo que el barro en las manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, Casa de Israel. Alguna vez puedo hablar contra una nación o reino, de extirpar, arrasar y destruir, pero si la gente contra la que hablé se retracta de su mal, yo también me retracto del mal que pensaba hacer.
Jeremías 18,2-6
Composición de lugar:
La historia del pueblo de Israel es la historia de una gran fidelidad y amor, el de Yahvé, Dios, y la infidelidad de un pueblo, Israel. Por eso Dios envía al profeta Jeremías, para que el pueblo vuelva a Él. Nunca pierde las esperanzas en construir un pueblo fiel. Y esto se cumplirá con Jesús.
Ahora sitúate. Imagina a Jeremías, el lugar donde se encuentra, su casa. Escucha la voz,... sigue a Jeremías y mira al alfarero.
A continuación piensa que esa es tu vida. En esta semana estamos contemplando nuestro pecado. Y es importante, porque quienes tenemos la bella tarea de ser ministros del sacramento del perdón descubrimos que las personas no tienen conciencia de pecado y no estoy hablando de gente joven, sino adulta. Lo hacemos todo bien y por tanto, ¿por qué confesarnos? Y eso es un peligro, sobre todo si lo que decimos al confesor es la verdad y no la forma de evitar decir aquello que nos avergüenza. El justo peca siete veces al día, dicen. ¿Y tú? Tendríamos que decir que unas cuantas más.
Por eso, mírate en la vasija de barro, Dios quiere hacer de ti un buen junior donde puedan beber los niños del agua cristalina de la Palabra de Dios, pero ¿qué está saliendo? No somos dóciles a las manos de Dios. Y el problema, lo dice Él mismo, es que al final, si después de muchos intentos, no hay manera, puede echarnos al montón de escombros. Piénsalo y haz oración. Sobre todo mírate, mira si eres buen monitor o monitora, si cumples los principios de vida junior, si realmente te dejas querer y trabajar por Dios.

Coloquio:
Háblale, pídele perdón porque eres ese cacharro y pídele ayuda.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...
http://centrejuniordealfarrasi.blogspot.com/

lunes, 7 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana II. Día 1º


II Semana. Lunes 7 de Abril de 2008.

Introducción:
Nos cuenta el guión del Seminario Menor: “el mayor problema de la vida espiritual es no tener problemas, vivir vacío, distraído, sin nada que llevar, que considerar, que reflexionar.... tal vez por nuestra tibieza, mediocridad, ceguera, o por nuestro miedo a ver la incapacidad”.

Adicción:
“Un paso o dos antes del lugar donde tengo que hacer la meditación, me pondré en pie, alzando el entendimiento hacia arriba, considerando como el Señor nuestro Dios me mira” (Ejercicios Espirituales de S. Ignacio, EE 75)
Pues sí, Dios está ahí aunque no podamos verlo ni tocarlo. Él nos lo ha prometido: yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Tan sólo tienes que cerrar los ojos, pues Jesús no miente y lo dejó muy claro y esa fue la experiencia de los primeros discípulos después de la resurrección. Ellos eran conscientes que cada vez que se reunían Jesús se hacía presente, pero es más, lo eran también que tenían el Espíritu Santo, es decir, que toda su actividad era impulsada desde el interior de su persona por el mismo Dios, en la tercera persona. El Espíritu es el que guía a los apóstoles y misioneros y el Espíritu es el que guía a la Iglesia en su caminar por la historia. No sólo al Papa y los Obispos sino a todos los cristianos que buscan con sinceridad a Dios. Por eso, cuando el cristiano pasa cinco días o más de ejercicios espirituales, lo primero que afirma el director de los ejercicios, quien los imparte es que el protagonista es el Espíritu Santo. Él es quien lleva al ejercitante por donde quiere, mientras las charlas sencillamente orientan, indican el camino, pero el protagonista es el Espíritu. En la oración ocurre lo mismo. Este guión es como el arco, te lanza a la oración, pero después el viento llevará la flecha de tu oración por donde quiera, el Espíritu es quien te está conduciendo.

Oración preparatoria:
Ante el vacío reza: “Señor, que me conozca profundamente a mí mismo, que sepa descubrir lo que me ocurre, que ponga nombre con sinceridad, transparencia y honradez a lo que me pasa. Que no me deje llevar por el miedo o la justificación fácil, de manera que todas mis intenciones, acciones y operaciones puedan ser ordenadas en servicio y alabanza tuya”.



El texto, Su Palabra:
“Os rociaré con agua pura
y quedaréis purificados;
os purificaré de todas vuestras inmundicias
y de todas vuestras basuras.
Os daré un corazón nuevo,
infundiré en vosotros un espíritu nuevo,
quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra
y os daré un corazón de carne.
Infundiré mi espíritu entre vosotros
y haré que os conduzcáis según mis preceptos
y observéis y practiquéis mis normas.
Habitaréis la tierra
que yo di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios”.


Composición de lugar:
Con la vista imaginativa me sitúo ante la realidad de mi propia vida, y le voy poniendo nombre a cada aspecto significativo. En el Génesis el ser humano pone nombre a la realidad que le rodea (Gn 2,20). Ahora me toca poner nombre a mi propia realidad, a lo que siento, a lo que palpita en mi corazón, a lo que deseo, temo, a lo que me produce alegría, tristeza, gozo o sufrimiento, a lo que me ilusiona o desilusiona...
Y al poner nombre leo el texto. Ezequiel anuncia un nuevo tiempo a un pueblo que ha abandonado a Dios y a perdido toda la esperanza. ¿No te ves retratado en estas palabras?
También a ti como monitor o monitora junior te sientes en pecado, pues te cuesta ir a misa, la mayor parte de las veces no vas, pasas de los demás, criticas, a tus padres a veces no los entiendes, en el estudio te resulta una montaña sacar buenas notas o siempre vas al mínimo esfuerzo o quizás trabajando mucho y sacando buenas notas consideras que aún podrías hacer más. En ti hay basura, en ti, en mí y en todos los que nos rodean. La luz y la sombra forma parte de nuestra vida. Junto a lo maravillosos que somos también es verdad que hay oscuridades en nuestro interior, sentimientos o pensamientos que nos avergüenzan e incluso no nos atrevemos a confesar. Esa es nuestra vida, como lo fue la vida del pueblo de Israel, tan cuidada y mimada por Dios.
Entra en ti y no tengas miedo, lo peor que nos puede pasar es no aceptar nuestro pecado, es decir, nuestros defectos y errores. Dios nos conoce y ante esta realidad, por supuesto, quiere que seamos mejores, pero Él quiere sobre todo ser el protagonista. Su palabra es verdadera, nunca miente y mira, escucha lo que te ha dicho. Él te promete que te limpiará de tus inmundicias y basuras, ¿cuáles? piensa en ellas, en esa basura que guardas en tu corazón. Él va a cambiártelo, va a cambiar tu corazón de piedra, frío y muchas veces insensible ante los demás por un corazón de carne. Es decir, la carne no es mala, pues Dios promete un corazón de carne, humano, frágil, capaz de amar de modo humano, no angelical, frente al corazón de piedra que no ama. Sólo así serás capaz de cumplir los mandamientos, cuando Dios cambie tu corazón.
No me dirás que no es bello. Pues muchas veces nos desanimamos porque pasan los años y seguimos igual. Déjalo en manos de Dios y ora, reza para que Él a través de la oración vaya cambiando ese corazón. Deja tu persona en manos del cirujano, despójate de las distracciones, acuéstate en la cama de la oración y descansa en ella mientras el buen Dios, con maestría va cambiando tu corazón. Eso es rezar, dejar que Dios actúe en tu vida.


Coloquio:
Como siempre ahora eres tú. Puedes comenzar reconociendo los contenedores de basura que hay en tu interior y pidiéndole que sea el basurero que los quite. Mejor, comienza hablándole desde el corazón, lo que ahora brote de él.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

domingo, 6 de abril de 2008

Escuela de Oración: los discípulos de Emaús


Domingo III Tiempo Pascual. 6 de Abril de 2008.

Adicción:
De nuevo, en este domingo, día dedicado a Dios, sitúate. Eres junior y por tanto Jesús es mucho más que un personaje histórico, es tu mejor amigo por el que caminas por el camino que Él te marca, es decir, por la vocación.
El está ahí y va a hablarte.

Oración preparatoria:
En el comienzo de esta oración voy hacia ti Jesús, quiero marchar decidido por el camino que tú en el Evangelio y la oración me vas a marcar, para que mi vida sea lo que tu esperas de ella y que seré capaz de descubrir si me abro a ti y te escucho en tu Palabra, la que ahora me diriges.

El texto, Su Palabra:
Lectura del santo evangelio según san Lucas 24, 13-35Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.Él les dijo:- «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?»Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó:- «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?»Él les preguntó:- «¿Qué?»Ellos le contestaron:- «Lo de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.»Entonces Jesús les dijo:- « ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?»Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo:- «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.»Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.Ellos comentaron:- «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:- «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. »Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Composición de lugar:
¿No te has sentido alguna vez como los discípulos de Emaús? Esperabas tanto de los juniors, de la Iglesia, de Dios y cansado, a pesar de que allí te decían que Él está vivo. Te han decepcionado, te ha decepcionado. Te marchas, “esperabas”. O quizás también sientas la tentación de dejar el junior o después de un tiempo estás cansado. Hay tantas ilusiones puestas en él, nos volcamos en aquello que consideramos va a llenar nuestra vida y llega un momento que nos decepciona. Pasa con todo, con los amigos y amigas, incluso con los padres en la adolescencia, con el trabajo y con las asociaciones donde invertimos nuestro tiempo libre, el futbol, la comparsa, la ong,...
Jesús sale a tu encuentro y te recuerda que es necesario el fracaso, el pasar por esas experiencias de crisis para así poder vivir una fe más madura. Él sale en la Palabra de Dios, la Biblia y los sacramentos. Ahora está haciéndose el encontradizo en este camino. Imagina que eres Cleofás y hablale con sus palabras y deja que él te responda.

Coloquio:
Después de hablarle con las palabras de Cleofás, dile lo que sientes, lo que quieras, estás con Él y Él te escucha.